Fue el último título europeo de Lolo Sáinz tras quince años como entrenador blanco, quien pasó a ocupar la secretaría técnica al inicio de la campaña 1989-90. En su lugar colocó a un entrenador NBA, George Karl a la vez que Petrović hacía el camino inverso recayendo de nuevo el peso del equipo en Fernando Martín. Bajo su dirección el equipo conquistó quince Campeonatos de Liga, catorce Campeonatos de España de Copa y cuatro Copas de Europa; un palmarés no igualado en el baloncesto europeo.